El Programa Integral Metropolitano (PIM) es un programa universitario que comenzó a desarrollarse en el 2008 y se enmarcó en las previsiones, las metas y los objetivos establecidos por el Plan Estratégico de la Universidad de la República (PLEDUR), para el quinquenio 2005-2010. El Proyecto Institucional se denomina: “Formación y fortalecimiento de programas integrales ” y tiene como objetivo general: “Contribuir a la creación y el fortalecimiento de programas integrales basados en problemas emergentes de la realidad, con la participación de todos los actores, articulando los diferentes recursos, en la búsqueda de alternativas conjuntas que logren una mejor calidad de vida de la comunidad involucrada”. (PLEDUR 2006- 2010)
Es Integral porque desarrolla proyectos que buscan articular procesos de extensión, con experiencias de enseñanza e investigación, de manera interdisciplinaria y participativa.
Su definición de Metropolitano se fundamenta en la extensión territorial que tendría el Programa luego de su gestación hacia la ciudad de Barros Blancos en el departamento de Canelones.
En sus inicios, el PIM define como zona geográfica para su inserción territorial la zona este de Montevideo (ex zonales 6 y 9), comprendiendo los barrios de Malvín Norte, Flor de Maroñas, Bella Italia, Punta de Rieles, Km 16 y Villa García. Se definen por lo tanto cuatro equipos territoriales para cada sub zona: Flor de Maroñas, Bella Italia-Punta de Rieles, Km16-Villa García y Malvín Norte integrados por docentes y estudiantes de diferentes disciplinas.
Tomando en cuenta estas lineas estratégicas y las resoluciones que el Consejo Directivo Central universitario tomo en octubre del año 2009, el PIM pasa a ser un programa plataforma de inserción y consolidación de los EFI en los territorios, como herramienta para la Renovación de la Enseñanza y Curricularización de la Extensión.
Un aspecto que fundamenta la inserción del Programa en esa zona geográfica se relaciona con que la misma concentra el 25 % de la pobreza total de Montevideo (datos del Mapeo Productivo), la mayor cantidad de asentamientos irregulares y una población predominantemente joven. A su vez el nivel educativo es el mas bajo del departamento, presentando su población una inserción deficiente en la estructura y dinámica productiva.
Estos datos también presentan diferencias entre las distintas sub-zonas que comprende el área territorial del PIM, presentando una situación más crítica los barrios que integran el zonal 9, comparado con la zona 6.
Se pueden visualizar tres grandes momentos en el desarrollo del PIM.
Un primer momento relacionado con el proceso de gestación del programa. Aquí encontramos una etapa durante todo el año 2007 de construcción conceptual y metodológica que avanzara en la concreción del PIM. En este momento participaron los Pro Rectores de Extensión, Investigación y Enseñanza, la Directora del Programa APEX- Cerro, representantes de las tres comisiones sectoriales y la FEUU.
A partir del año 2008 vino la etapa de implantación del programa, donde se conformó el equipo de campo del PIM y el diseño de una estrategia de acercamiento a los territorios, para el conocimiento de su historia, de sus formas organizativas, de las necesidades y problemas. Para esto se llevaron a cabo entrevistas a referentes barriales, mapeo de actores y problemas en cada zona de referencia, presentaciones de la propuesta del PIM en los Consejos Vecinales, Juntas Locales y en los Centros Comunales 6 y 9 y otras redes institucionales presentes en los territorios. Establecimiento de vínculos con diferentes políticas públicas en función de su pertinencia.
Esta etapa estuvo marcada por “un hacer-conocer” el PIM en los territorios y en los diferentes servicios universitarios, iniciando un proceso de coordinación de sus prácticas con el PIM.
Así mismo, el equipo PIM fue conociendo aspectos del territorio y de sus dinámicas, proceso que se traduce en el resultado de la publicación del libro “De-formaciones indisciplinarias“, presentado en 2009. Un audiovisual y diversas presentaciones de artículos en congresos marcan la producción de conocimiento del territorio y las formas de comprenderlo al mismo tiempo de procesos de afianzamiento del equipo docente.
En este primer momento la tarea docente, desde los diferentes equipos de campo, estuvo marcada por un rol de articulación territorial con los servicios universitarios, como nexo entre el territorio y la Universidad.
La inserción de los servicios y de los diferentes proyectos universitarios concentró en general la tarea docente del PIM. Si bien siempre esta articulación de monitoreo y evaluación de las prácticas universitarias fue enfocada desde el Programa hacia la integración de funciones, la interdisciplina, el diálogo de saberes, dejaron poco espacio para niveles de intervención más directa del equipo de campo con la población.
Estos niveles de tensión que se producen en el rol docente entre la tarea de “articular” e “intervenir”, tienen una incidencia directa en el “desarrollo de la integralidad”. Uno de los componentes de este concepto está relacionado con la participación protagónica de los sujetos populares y la consecuente integración de saberes populares y académicos que implica dicha participación.
Si bien la tarea de articulación y monitoreo ha permitido promover desde el PIM el desarrollo de la interdisciplina y la integración de funciones; el equipo de campo evaluó la necesidad de avanzar en una intervención directa en los territorios. Este posicionamiento implicó la consideración del equipo de campo como equipo de intervención.
Estas tensiones han sido objeto de discusión y de un pienso colectivo por parte del equipo de trabajo del PIM, revisando y problematizando las líneas estratégicas que orientan y le dan razón de ser a estos programas en los territorios. Esto ha permitido generar avances en la definición colectiva de líneas estratégicas del PIM, en sus proyecciones y desafíos, lo que marca un segundo momento en el proceso de desarrollo del Programa.
Desde el año 2009 se empieza a profundizar en estas tensiones que atravesaban al Programa, desde una vivencia del rol de los equipos de campo reducido a gestionar prácticas universitarias. Se plantea una necesidad de refundar los objetivos y revisar críticamente de la tarea docente desde la extensión universitaria. Necesidades relacionadas con sistematizar y producir conocimiento, profundizar en el trabajo con los sujetos colectivos y actores locales desde una perspectiva interdisciplinaria e intersectorial
En ésta etapa se destacan actividades con fuerte participación estudiantil, como el estudio realizado del proyecto “Alimentando Soberanía”, donde el proceso de conocimiento fue fortalecido con espacios de formación en el abordaje territorial y los datos recogidos aportaron a la implementación del “Plan Juntos” en el barrio “Las Cabañitas”.
Tercer momento: proceso de reestructura (2010). El proceso de reestructura está marcado por la reformulación de las pertenencias del PIM con respecto a su identidad de programa integral y la incidencia con respecto a su institucionalidad. Su caracterización de programa plataforma, redimensiona su vínculo con los EFI y con otros programas con similares características, de nuestro medio como de la región.
Un programa plataforma impacta en las dimensiones de la organización político-administrativa y la dimensión académica.
En relación a lo académico, el PIM impulsa fuertemente los procesos de evaluación de los componentes de la integralidad, promoviendo la construcción de matrices y procesos de planificación evaluativo, así como los seminarios de integralidad.
Los fundamentos iniciales del Programa Integral Metropolitano y el desarrollo de sus acciones se apoyan en siete ejes transversales:
Relación sociedad – universidad sustentada en la participación y el diálogo de saberes. Se aspira a la construcción colectiva de un espacio vivencial, social y cultural nuevo, sobre la base de la relación activa, continúa y en plano de igualdad entre los universitarios y el conjunto de actores sociales y comunitarios.
Articulación de funciones y concepción interdisciplinaria. La aplicación del principio de integralidad entre funciones de enseñanza, investigación y extensión lleva a reformular los enfoques pedagógicos bajo la concepción de que los estudiantes, los docentes y la población se constituyen en sujetos de aprendizajes. Esta articulación desafía al desarrollo de una cultura de la interdisciplinariedad en el accionar universitario.
Búsqueda colectiva y participativa de soluciones a problemas significativos, a través de metodologías de intervención responsables. Se busca transitar hacia formas cooperativas de trabajo, para que cada participante desde sus particularidades pueda aportar y aprender en el mismo proceso. Esto desafía a la generación y utilización de metodologías de intervención responsables y respetuosas de las culturas y las necesidades socioculturales de las comunidades.
Trabajo en red y enfoque territorial. En el trabajo con el medio, la UdelaR desempeña un rol articulador estableciendo nexos, conexiones y puentes, El enfoque territorial de la intervención universitaria permite combinar los aspectos temáticos y sectoriales con sus expresiones concretas en cada espacio. Se concibe al territorio como un espacio vivo, con fuerte contenido político, donde tienen lugar las luchas y conflictos, donde se tejen alianzas y se producen diversas correlaciones de fuerzas. Se trata de partir del territorio, no para refugiarse en él sino para conectar una práctica con otra, para construir redes más allá del territorio.
Procesos de enseñanza y aprendizaje inclusivos y promotores de una ética de la autonomía, la participación y el diálogo. Se pretende avanzar hacia formas de aprendizaje social que promuevan el desarrollo de la autonomía y el pensamiento crítico. Durante el desarrollo del PIM se promoverán acciones centrales de formación continúa dirigidas a docentes, estudiantes y población, que tengan como objetivo contribuir al tratamiento y análisis de temas vinculados a los aspectos teórico-conceptuales, prácticos y metodológicos del trabajo comunitario y la docencia.
Gestión participativa. El PIM puede constituirse en el laboratorio de un estilo de gestión que se apoye en estructuras flexibles e idóneas, que favorezcan la transversalidad y la horizontalidad y que incluyan a la población en la toma de decisiones a lo largo del proceso de gestión del PIM.
Comunicación, seguimiento, evaluación y sistematización participativos. Se busca realizar una adecuada política de comunicación, difusión e intercambio acerca de la marcha del Programa, así como la sistematización y evaluación permanente de las actividades.